Mi expectativa a respecto de las Minas Gerais no se
compara con lo que realmente experimente allá.
El paisaje urbano diferenciado de Tiradentes tenía una
característica colonial. Cuando caminé por sus calles estrechas, las
sensaciones me inundaron: como se estuviese en una realidad paralela. Me
pregunté cuántas vidas han sido agraviadas para que se fuese construido ese patrimonio
de la humanidad.
No tan diferentes eran estos sentimientos cuando fui a
todas las iglesias. Trabajadas internamente en madera y con una suntuosa capa
de oro, impusieran la grandeza de la Iglesia, al mismo tiempo que sugiere la
singularidad del hombre en relación a Dios.
Recordé las primeras iglesias en el estilo de la época
barroca: muchos cuadros y esculturas de santos, cada uno con una historia para
contar, mostrar o reproducir. La Iglesia de San Antonio en Tiradentes y la
Iglesia de Nuestra Señora del Pilar de Ouro Preto son buenos ejemplos de las
grandes inversiones que se hicieron. ¡Son casi 500 quilogramos de oro en cada
una!
Durante el apogeo del oro, los portugueses importaron
africanos, que fueron esclavizados. Pero eran fuertes y capaces de resistir
moralmente. Como forma de oposición ellos confirmaron su propia cultura y
rasgos con capoeira y congada, por ejemplo.
Pero el oro y el diamante que brillaba en Minas Gerais
fueron sólo el presagio de una mayor luminosidad: la lucha por la libertad.
En el Museo de la Conspiración, me siento incomodada: son
muchas informaciones al mismo tiempo y que deben ser descifradas. Los intelectuales, soldados, sacerdotes,
comerciantes y terratenientes ricos se reunieron en lugares secretos. Me
pregunto cómo era la tensión en esos ambientes ocultos que estaban tramando
planes malvados.
Visitar la ciudad de Tiradentes fue volver al pasado… La
muerte de Tiradentes, así como los pasos de Cristo, liberó el pueblo de las
garras de males mayores: los pecados y la negación de la libertad. Concluyo mis
pensamientos, me recuerdo una vez más de las colinas escarpadas que debe cubrir
la mayor parte de esas joyas codiciadas en los siglos pasados…
Fonte: autoria própria.
Fonte: autoria própria.
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